Publicado el 16 de septiembre de 2019.
Todavía no había amanecido cuando llegamos al punto donde se bifurca la carretera, en Brisas. Pero, en lugar de tomar el camino típico, a la derecha, nos desviamos hacia la dirección opuesta. En algunos momentos, tras recorrer una hora el pedregoso camino en un carro de poca altura, sentimos lástima por el pobre automóvil.
Sin embargo, cuando el sol asomó, el pesar se disipó. Aquel día, en el camino que conecta a Brisas con Murillo en Tolima, contemplamos uno de los más bellos paisajes que reposarán en nuestra memoria. Desde el carro, observamos montañas tapizadas con frailejones, lagunas con patos zambullidores (Oxyura jamaicensis) y, desde una distancia no muy larga, el imponente cráter de la Olleta.
Pero, a aparte de disfrutar el panorama, el destino de nuestro viaje era los termales La Cabaña, una piscina natural en lo alto de una montaña. Tras preguntar a un lugareño, nos indicó el camino. Entonces, estacionamos el auto y luego de un poco más de media hora de ascenso por un antiguo camino de herradura arribamos a los termales.
En las dos fotos superiores, el río Azufrado.
Pese al bello paisaje que se observa desde el río Azufrado, su cuenca, junto con las de los ríos Aguas Calientes, Lagunilla, Gualí, Recio y Molinos, conforman la zona de amenaza alta del Volcán Nevado del Ruiz.